Por María Teresa Jardí Felipe Calderón insiste en que México sería un paraíso para los delincuentes, si se convirtiera a las drogas clandestinas en mercancías controladas, sujetas a aranceles, promoviendo a la par la educación respecto a las consecuencias que puede tener su consumo y su atención, a los que de todas maneras decidan ser drogadictos, como sucede con los que a pesar de las alertas, vinculadas al posible desarrollo de cáncer pulmón, deciden seguir siendo fumadores. Calderón miente en eso, como en todo lo demás, porque tiró su sexenio a la basura y para salvarse del genocidio, por el que será juzgado en tribunales internacionales, que nadie lo dude, no le queda más que mentir de cara a la telebasura que le paga el gran negocio que para ese enemigo de la patria ha significado la imposició.. [+] Ver mas
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