Poco después de las 5 de la tarde se empezó a organizar el contingente y se explicó cuál iba a ser la logística de la tarde. También se pidió que l@s participantes que portaban logotipos de partidos o movimientos electorales cubrieran dichos logos o “voltearan” sus camisetas, ya que el espíritu de la marcha era totalmente apartidista.
Mantas y carteles con leyendas como No + Sangre, Estamos Hasta la Madre y Renuncia Calderón, junto con el espíritu de los más de 40, 000 muertos, acompañaron este movimiento ciudadano.
La Marcha inició la lectura de los nombres de los jóvenes que han perdido la vida en la guerra contra el narco, como los de Villas de Salvarcar, Horizontes del Sur en Ciudad Juárez, los jóvenes de Durango, los del Tec de Monterrey y Torreón. Después se leyó el pronunciamiento local para la Marcha, el cual condena la corrupción, la complicidad y la impunidad que se da en los tres niveles de gobierno y en los poderes fácticos, tanto económicos como mediáticos. Se exigió a quienes gobiernan la creación de empleos dignos, estables y bien remunerados para prevenir que l@s ciudadan@s se involucren en actividades delincuenciales.
Después de la lectura del pronunciamiento, inició la marcha silenciosa teniendo una “primera parada” en las escalinatas del Congreso del Estado, ahí se dio lectura de los nombres de las mujeres que han sido víctimas de feminicidios en Yucatán y cuyos casos continúan impunes.
La Marcha prosiguió hasta el “Monte de Piedad” en este sitió se recordó a los trabajadores que han perdido la vida en las minas de Pasta de Conchos, Sabinas, la Sonda de Campeche, otra de las “paradas” fue en las oficinas del Diario de Yucatán, ahí se dio lectura de los nombres de l@s periodistas que han perdido la vida en ejercicio de labor profesional durante esta guerra.
Cada vez que la marcha se detenía, se dibujaban siluetas humanas en el piso para recordar a los más de 40, 000 muertos que ha dejado la guerra que supuestamente se libra contra el narco.
Después de una muy breve parada en el Palacio de Gobierno, el contigente se dirigió al centro de la Plaza Grande donde se leyeron los nombres de los 49 bebés que murieron en el incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, víctimas de la corrupción y la impunidad. Acto seguido se leyó el poema Los Nadie de Eduardo Galeano, después del poema, tod@s l@s participantes se acostaron en el piso. Posteriormente se dio lectura al comunicado que Javier Sicilia pronunció horas antes en el Distrito Federal. El acto cerró con un encendido de velas en el Asta Bandera de la Plaza Grande.
Además de la condena a los tres niveles de gobierno, en esta marcha se hizo un llamado a la desobediencia civil como forma de protesta por la descomposición social que ha dejado la violencia de Estado.
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