Rebelión contra los “Zetas”

Hartos de abusos y extorsiones, la población carcelaria arremetió contra estos criminales / El zafarrancho deja un saldo de más de treinta reos heridos, trece de los cuales ameritaron hospitalización y uno está grave / Alcanzaron a evacuar a la visita y los juzgados penales


De la Redacción

CANCUN, Q.ROO, 7 de junio.-Cansados de tantos abusos, extorsiones y presión por parte de la gente que mantiene el autogobierno de la cárcel de Cancún, la población carcelaria en general se “rebeló” en contra de “Los Zetas” y protagonizaron un zafarrancho en el interior del penal con un saldo de más de 30 presos heridos, 13 de los cuales ameritaron su traslado al Hospital General y uno de éstos era reportado como grave.
Los hechos se registraron alrededor de las 16:30 horas, justo cuando la visita estaba saliendo del penal y repentinamente se comenzaron a escuchar gritos y seguido de ellos algunos disparos de armas de fuego y hasta de gases lacrimógenos.
Entre esto que era todo un mar de confusión, los celadores se apresuraron a sacar a la visita y a desalojar los juzgados penales, al tiempo que comenzaron a arribar más elementos de la Policía Estatal y Seguridad Pública, minutos después hicieron presencia efectivos del Ejército Mexicano y hasta policías federales que se encargaron de “blindar” las afueras del penal, mientras en el interior el director de la cárcel, Higinio Sánchez Baltazar y su gente se hacían “bolas” por problemas que él mismo ha provocado.
Así, de manera repentina las piedras comenzaron a “volar” desde el interior del penal hacia la calle y seguido de ello se escucharon en repetidas ocasiones disparos de armas de fuego y hasta de gases lacrimógenos.
Con todo esto, la confusión seguía reinando en torno a los hechos y se hablaba de varias decenas de heridos y al menos seis muertos, luego que eran dos y que estos eran identificados con los apodos de “El Kikín” y “El Ratón”.
Familiares de internos se encontraban angustiados y preocupados por lo que ocurría y más aún por la falta de información sobre los internos, los lesionados y los posibles muertos de los que ya se hablaba; pero la preocupación empeoró al ver llegar más ambulancias e incluso, una unidad del Servicio Médico Forense.
De hecho, los parientes de los internos aseguraron que durante el tiempo de la visita surgió el rumor de que se iba a dar un enfrentamiento entre “Zetas” y “Pelones”, pero que también se iban a involucrar a los demás reos para que fuera una “matazón”.
Entre toda la confusión, la información hacia la prensa sólo surgía de manera extraoficial, hasta que alrededor de las 18 horas el coordinador de la Cruz Roja, Jeremy Smith, informó que habían alrededor de 30 reos con diversas heridas en el cuerpo, mismos que la mayoría eran atendidos en el mismo penal, pero que 13 sí ameritaron traslado al Hospital General “Jesús Kumate” por el tipo de lesiones, uno de los cuales era reportado como grave por una lesión con arma blanca en la cabeza.
Los reos que resultaron heridos fueron identificados como Raúl Israel Cohuo, José Hernández Hernández, José Pérez Zury, Juan José Peña Sáenz, José Raymundo González Gómez, Lucio Martínez Cabrera, José Isidro Pérez González, Rubén Hilario Fuentes Hoyos, Alejandro Ramírez Pérez, Javier Nicolás Ortiz Miranda, Víctor Manuel Zamurraga Angel.
Con ello, una vez que el zafarrancho fue controlado, hizo su aparición “triunfal” el secretario estatal de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo y su séquito de prepotentes escoltas, pero antes ya lo había hecho el procurador general de Justicia, Gaspar Armando García Torres con el subprocurador Juan Mora Hernández, pero todos los internos ya estaban dentro de sus celdas.
Ya por la tarde, el gobierno del estado emitió un boletín donde informa que el zafarrancho fue producto de la inconformidad de un grupo de “Zetas” que protesta por las medidas disciplinarias, aunque omitió decir que el problema fue que la gente del área de cuadro se había rebelado por los abusos y extorsiones de estos internos vinculados a la delincuencia organizada.
Con ello, la autoridad estatal dio a conocer que no se permitirá que la prisión se convierta en campo de batalla y mucho menos que sea coto de poder de un grupo de delincuentes, por lo que se ordenó el inmediato traslado de ocho internos considerados de alta peligrosidad al Cereso de Chetumal.
Entre estos Víctor Manuel Delgado Medrano “El Chumil”; Jorge Manuel Vela Velázquez “El Comandante Vela”; Andrés García López “El Apá”; Gabriel Morantes Villanueva “El Beto”; César Guerrero Méndez “El Monstruo”; Adán Núñez Alvarez “El Comandante Adán”; José del Carmen Pérez Izquierdo “El Huevo” y Daniel López Barrientos “El Bóxer”.