lunes, 20 de junio de 2011

El Crimen

Testigo protegido declaró que el ex alcalde dio la orden de matar a la joven novia de su hijo

* Ex escolta de Jorge Hank Rhon, cuya identidad fue corroborada por autoridades de México y Estados Unidos, aseguró que un grupo de seis elementos de seguridad del Grupo Caliente asesinó, por órdenes del empresario en 2009, a Angélica Muñoz.

* Denunció que el operativo homicida fue dirigido por el jefe de escoltas Jorge Vera Ayala.

* Las autoridades convirtieron al declarante en testigo protegido.

* Dos armas de las confiscadas a Hank, fueron utilizadas para cometer tres homicidio

“Sentía que al andar con su hijo se burlaba de él acercándose a su familia; por eso Jorge Hank Rhon ordenó asesinar a la joven Angélica María Muñoz Cervantes”.

Así lo declaró un ex escolta del concesionario del Hipódromo Agua Caliente la tarde del 10 de junio de 2011, y lo firmó ante funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR).

Es un testigo protegido y no es la primera vez que declara respecto a este tema. La utilidad de sus dichos y su identidad ha sido investigada por autoridades de México y Estados Unidos.

De acuerdo a la versión de este hombre la muchacha, 29 años menor que el ex alcalde, había tenido una relación con el priísta. Aseguró que en su calidad de escolta personal del empresario, ya la conocía.

Conforme al declarante, Jorge Mario Vera Ayala le explicó que terminado lo que tuvo con el ex candidato a Gobernador, Muñoz Cervantes coincidió con Sergio Hank Krauss porque hacían ejercicio en el mismo lugar. Empezaron a salir y se embarazó de éste. Conforme a lo declarado por Sergio Hank Krauss en 2009 luego que la joven fue asesinada en su casa, él y Angélica tenían una relación formal desde finales de 2008, después de que nació la hija de ambos.

Los motivos del ataque, aseguró el testigo protegido, le fueron explicados por su entonces jefe, Vera Ayala.

En una de sus muchas visitas al sexto piso del hotel Pueblo Ami-go adonde acudía a una cama hiperbárica, antes de entrar a su sesión, Jorge Hank Rhon les dijo a Vera y al entonces escolta, que les daría la comisión de un trabajo especial.

Relata el testigo protegido: A la mañana siguiente los llamó a sus oficinas en el hipódromo; los tres abandonaron el inmueble y caminaron juntos hasta un volkswagen antiguo en el cual Vera y Hank recorrieron las instalaciones de Caliente durante 15 minutos. Al bajar el jefe de escoltas le dijo que ya le habían dado las instrucciones para el trabajo, y le detalló las razones antes expuestas.

Harían “labor de inteligencia” en una casa de la colonia Los Altos y asesinarían a su residente, Angélica María Muñoz Cervantes. La vigilancia del lugar la hicieron el hoy testigo protegido y otro elemento de la seguridad de Caliente. Observaron la casa y recorrieron la zona durante una semana en los distintos horarios para definir el momento en que le quitarían la vida y huir impunemente.

Decidieron que lo harían alrededor de la media noche y con un arma .38; que seis elementos de seguridad de la empresa participarían en los hechos pero sólo dos entrarían a la casa. Uno tumbaría la puerta y el otro le dispararía.

Detalló que el jueves 13 de agosto de 2009 llegaron a vigilar la casa, se dieron cuenta que estaba Sergio Hank, quien dejó el domicilio poco antes de la media noche. Cuando el joven abandonó la zona, el grupo criminal fue a los terrenos del hipódromo por los hombres a quienes se les había asignado el asesinato material; uno tumbaría la puerta y el otro entraría a matarla. Para llegar y huir de la escena del crimen usarían una minivan Dodge blanca 2000, propiedad de uno de los escoltas.

Según este testigo protegido, a él le correspondió vigilar la zona junto a Jorge Vera Ayala, lo mismo que a otra pareja; estos dos grupos se quedaron a varias cuadras de distancia, mientras los homicidas cumplían su cometido en un horario entre la media noche del jueves 13 y la madrugada del viernes 14 de agosto de 2009.

Cuando el grupo entero regresaba en huida al fraccionamiento Hipódromo, recorriendo la parte sur del fraccionamiento Los Altos, recibieron por radiofrecuencia el aviso de que Sergio y su escolta necesitaban apoyo y llevaban a la muchacha herida al Hospital Ángeles.

Aseguró que más tarde acompañaron a Hank Rhon al hospital y al salir les dijo que habían fallado; les pidió los casquillos y, según el testigo, Vera se los entregó al día siguiente.

Motivo pasional

Este intento de homicidio cometido poco antes de la 1:00 de la mañana del viernes 14 que culminó con la muerte de Muñoz Cervantes en el hospital la tarde del sábado 15 de agosto de 2009, la familia Hank lo mantuvo oculto y tuvieron la complicidad del personal administrativo y médico del Hospital Ángeles, hasta donde llevaron a la joven herida de bala.

Lo denunciaron ante el Ministerio Público 12 horas después; para entonces el joven Sergio Hank Krauss se había cambiado de ropa, además las pijamas y el auto que habían usado para trasladar el cuerpo de Angélica al nosocomio particular habían sido lavados a conciencia.

Y cuando el hijo del empresario ofreció su declaración lo hizo aleccionado y asesorado por un grupo de abogados. Sergio relató que antes de la 1:00 de la mañana, estando en su casa en la avenida Las Américas en la Mesa, recibió una llamada de Angélica diciéndole que alguien golpeaba su puerta y le dio miedo; le dijo que atendiera, pero en un segundo llamado le informó que se estaban metiendo a su casa. En ese momento decidió trasladarse a Los Altos para ayudarla, pero todavía no salía de su casa cuando por el radio la escuchó gritar.

Aseguró que al llegar la encontró en un charco de sangre, que los vecinos le dijeron que habían llamado a emergencias y como no llegó nadie decidió llevársela al Hospital Ángeles.

La línea principal de la PGJE en todo momento fue el “móvil pasional”, estaban investigando y corroborando las versiones de Sergio Hank, que tenían muchas inconsistencias con lo determinado por los reportes periciales. También del ex esposo de Angélica, el policía ministerial Julio Loya, quien se presentó a declarar por voluntad la tarde del 14 de agosto, antes que los Hank.

En aquel momento la versión de la Procuraduría indicaba que estaban investigando la probabilidad de un tercero en discordia, el cual, según el dicho del testigo protegido, apareció en la persona de Jorge Hank Rhon.

Indagatoria

Después de 22 meses, la averiguación previa 5640/09/206 iniciada por este caso no registró grandes avances y se mantuvo abierta “contra quien resulte responsable” por el delito de homicidio calificado. Respecto a la investigación en torno al ex marido Julio Loya Quiralte, según el Ministerio Público quedó demostrado que no estuvo en el lugar del crimen el día y a la hora de los hechos.

De Sergio Hank Krauss no hubo más mención que sus declaraciones primarias. Lo mismo que los interrogatorios ministeriales hechos a la madre del joven, a sus escoltas. Y a dos familiares de Muñoz.

En cuanto a los datos periciales, sólo se hicieron tres visitas a la escena del delito. Todas hace casi dos años:

* 14 de Agosto de 2009, localizaron manchas y lago hemático, pelos, radio comunicador nextel 1776W.

* 15 de Agosto de 2009, para la búsqueda de indicios asociativos a los hechos, hallaron diversos fragmentos de plomo, levantaron huellas decadactilares. Ese mismo día revisaron el auto del joven Hank y encontraron rastros de sangre.

* 25 de agosto de 2009, encontraron una maleta que contenía medicamento controlado “en cantidades importantes: Anesket inyectable, Tafil 2.0mg , Alprazolam, Rivotril, Clonazepam, y Watson 503.

Los indicios se remitieron a Servicios Periciales y hasta ahí. Desde entonces, como muchas indagatorias, ésta se encontraba “en integración” hasta el 14 de junio de 2011 cuando la PGJE lo detuvo y promovió un fallido arraigo basado en la declaración del testigo protegido recibida el 10 de junio de 2011

Indagatoria que, evidentemente, deberá incluir como presunto conspirador del asesinato al jovenJorgeVeraAyala,quien se encuentra desaparecido de la esfera pública desde la madrugada del 4 de junio cuando su jefe fue detenido.

La escuadra calibre .40: Un muerto

De acuerdo a la versión de las autoridades, en el examen practicado a las armas localizadas en la residencia de Jorge Hank Rhon, el sistema IBIS determinó que dos de ellas habían sido utilizadas en homicidios.

La pistola .40 milímetros se vinculó al asesinado Martín Feliciano Camacho; el expediente de este crimen tuvo origen la noche del jueves 8 de julio del 2010, cuando una mujer llagaba hasta su domicilio en San Luis Río Colorado, ubicado en la confluencia de Zacatecas y Calle 15.

Bajó del auto para abrir la puerta cuando de repente de una camioneta color verde bajaron cuatro sujetos que dijeron ser policías, la sometieron y la subieron al vehículo en que habían llegado. Todo delante de los hijos de la mujer, Fernanda Federico Moreno.

Ella era la esposa de un sanluisino, Rafael Feliciano Camacho, quien posteriormente recibió una llamada de los captores de su esposa exigiéndole el pago de un millón de pesos –de acuerdo a datos extraoficiales-, para entregarse en Tijuana. Una de las versiones anota que la cantidad solicitada sí fue entregada, pero aún así los captores de la joven señora no la liberaron, sino que pidieron más.

Para entregar el segundo pago, Rafael Feliciano “comisionó” a su hermano Martín, quien se trasladó a la cita acordada en la Zona Río en Tijuana, en un parque ubicado en la calle Rufino Tamayo y Doctor Atl. Cerca de las diez y media de la noche de ese miércoles, el joven –quien esperaba en una banca-, fue acribillado.

De acuerdo al reporte policíaco, vestía un pantalón corto azul, camiseta blanca y tenis negros y presentaba heridas en todo el cuerpo. En el lugar de la ejecución los investigadores localizaron varios casquillos percutidos de un arma calibre .40 milímetros. Martín, primero quedó en calidad de desconocido, aunque luego fue identificado por familiares.

Pasaron dos días, y la madrugada del viernes 30 de julio, en un paraje ubicado al sur de Mexicali aledaño al libramiento Cuernavaca-La Rosita, fue localizado el cuerpo sin vida de una mujer. Estaba atada de pies y manos y con cinta canela en la boca, con evidentes signos de estrangulamiento. Fue identificada como Fernanda Federico Moreno, la mujer que había sido secuestrada en San Luis Río Colorado tres semanas antes y esposa de Rafael Feliciano Camacho.

Dos meses después, el 21 de octubre en San Luis Río Colorado, se suscitó un intento de secuestro del empresario, pero una rápida respuesta policíaca ubicó a los secuestradores que fueron detenidos tras una persecución que derivó en tiroteo. Uno de los delincuentes fue acribillado, José Pulido Moreno, de 39 años y con residencia en Tijuana.

Entre los detenidos estaba un policía municipal de Mexicali, Manuel Ramírez González, y un ex policía de Tecate, Juan Manuel Ramos Ortiz, quien había estado recluido en una cárcel estadounidense acusado de delitos contra la salud. En las primeras investigaciones de lo sucedido, las autoridades relacionaron el incidente con el anterior secuestro de la mujer que fue encontrada muerta en Mexicali.

En San Luis Río Colorado también, pero el 14 de mayo de 2009, fue aprehendido el jefe de escoltas de Jorge Hank, Jorge Vera Ayala, en posesión de dos armas largas tipo “cuerno de chivo”.

Para deslindarse, presentó un oficio del Municipio de Tlalnepantla, Estado de México, que lo acreditaba como miembro de la policía bancaria.

En Tijuana, este caso se incluyó en la extensa lista de homicidios atribuidos por la Unidad Contra la Delincuencia Organizada de la PGJE, a la lucha criminal por el territorio, entre vendedores de droga al menudeo, los cuales en la mayoría de los casos no son investigados y menos resueltos.

Calibre .380: Dos asesinatos

Lo mismo sucedió con los dos cadáveres relacionados con la segunda arma, calibre .380, localizada en la propiedad del presidente de Caliente, que resultó positiva en IBIS; los cuales, por estar inmerso de una jornada sangrienta, ni siquiera fueron reporteados a detalle por la prensa bajacaliforniana.

En el fallecimiento violento del elemento de seguridad privada, Olegario Figueroa Leandro, cometido el 16 de diciembre de 2009, la PGJE abrió la averiguación previa 468/09/201; el guardia fue abatido a balazos pasadas las siete de la tarde frente a la tienda de ropa, mientras los homicidas intentaban ingresar armados al negocio “Christian Audigiers Outlet Store” en avenida Lázaro Cárdenas esquina con calle Misión San Javier.

La tienda dedicada a la venta de ropa “del gusto de traficantes de droga jóvenes” estaba localizada a un costado de los juzgados penales, siempre llenos de patrullas o autos militares que llevan presentados. Pero nadie vio nada, nadie persiguió a los atacantes.

En dicho expediente, el Ministerio Público sólo declaró en la escena del crimen a dos hombres, Jesús Quinta y Raúl Guevara; ambos estaban en el interior de la tienda cuando fue atacada.

Ambos aseguraron ignorar conocer el motivo de la agresión, sólo comentaron que mientras estaban en el interior del local, llegó un hombre que intentó entrar sin decirles nada, pero como mantuvieron la puerta cerrada empezó hacer detonaciones.

Aseguraron que ellos se escondieron en la bodega y no supieron más. Minutos después del ataque el guardia murió en el hospital.

Una de las líneas de investigación de la Procuraduría local, en aquel momento, era la posibilidad de que el lugar atacado estuviera funcionando como lavadero de dinero para el crimen organizado, sin embargo no ahondaron.

En estos hechos, Servicios Periciales localizó cinco casquillos de la .380 y cuatro casquillos de una pistola .9 milímetros; esta segunda arma es la que se utilizó en un tercer homicidio y la autoridad la ligó al expediente por asociación. El segundo revólver se utilizó para ultimar a Andrés Florencio Ibarra el 3 de septiembre de 2009 frente al local de BBVA-Bancomer ubicado en avenida Las Américas oriente y bulevar Díaz Ordaz, en el Fraccionamiento El Paraíso, a un costado de Plaza Patria.

En este expediente también hay pocos datos, a pesar de que una mujer que lo acompañaba y fue herida, fue testigo de los hechos.

Los únicos reportes fueron periodísticos; indicaron que el hombre acribillado a las 20:30 horas era de Mexicali y que “al parecer” se dirigía al cajero automático cuando lo balearon.

Acorde a la versión de la Procuraduría local, todos estos expedientes se integrarán a la indagatoria que tiene como señalado a Jorge Hank Rhon. Y en todos están obligados a ampliar la investigación y reunir pruebas que acrediten la responsabilidad o deslinden al empresario.

Dado que el Poder Judicial ya les advirtió, a través del Juez Primero de lo Penal en Baja California, que los elementos que tienen hasta el momento no son considerados suficientes para fincarle algún tipo de autoría.

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