Marcha Nacional por la Paz y la Justicia 8 de Mayo Ciudad de México
El diccionario de la Real Academia Española nos dice que la palabra exterminio hace referencia a: “1) Acabar del todo con algo; 2) Desolar, devastar por fuerza de armas; 3) Echar fuera de los términos, desterrar”.
Partiendo de esta definición no me cabe la menor duda de que el gobierno de Calderón va a trascender en la historia política del país como el responsable de dirigir un gobierno fincado en el exterminio.
De un gobierno de exterminio que a la fecha lleva más de 40 mil muertes, todos ellos asesinados en territorio nacional, de mexicanos y mexicanas, de niños, de muchos jóvenes, de padres de familia, de hijos de algún padre o madre.
Estas muertes forman parte de un gobierno que se ha negado a reconocer los graves problemas sociales y económicos que enfrenta el país efecto de décadas de la implementación del modelo económico neoliberal que ha colocado a más del 50% de la población en condiciones de vulnerabilidad, poniendo en riesgo las condiciones básicas de seguridad humana, de seguridad medioambiental y de seguridad de género.
En lugar de priorizar el presupuesto público para atender estas serias deficiencias, Felipe y el Partido Acción Nacional, se han centrado en implementar una estrategia de tipo militar cuyo objetivo principal es eliminar a todos aquellos mexicanos que han decidido romper con los mecanismos establecidos para acceder a los bienes materiales.
Con esta estrategia fincada en el extermino de los “otros”, Calderón ha negado de facto, la responsabilidad que debe de tener el gobierno en promover una adecuada distribución de la riqueza entre sus ciudadanos.
La política de extermino de Calderón se puede apreciar también en su relación con la sociedad civil, negando de manera reiterada los llamamientos a poner fin a esta guerra y descalificando y estigmatizando de distintas maneras a estas expresiones de la sociedad.
Igualmente se puede entender como una política de exterminio, la promoción de su Ley de Seguridad Nacional, de la reforma a la Ley del Trabajo, y la continuidad de un modelo económico que sólo ha servido para aumentar los niveles de desigualdad.
¿Este es el humanismo que tanto pregona el PAN en sus documentos? Muertes, violencia, y juicios sumarios en cada retén y operativo del ejército.
¿Más PAN para el 2012? No gracias, realmente prefiero un proyecto alternativo de nación.
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