México, Distrito Federal a 28 de Abril de 2011
A los participantes del foro “Los jóvenes en la emergencia nacional”
En primer lugar un cálido y fraternal abrazo a todos y cada uno de ustedes. Dice con razón nuestro querido hermano y amigo Pietro Ameglio que es la hora de la irrupción de la reserva moral de la sociedad, ustedes son un buen testimonio de ello. Ayer y desde hace 30 días han dado lecciones de solidaridad que son una luz en la oscuridad. Que han sido el corazón colectivo donde mitigar mi dolor, mi angustia, mi coraje, mi indignación ante el mayor dolor que un padre puede tener en la vida. Se reúnen para debatir la agenda que se planteo desde la postura de victimas, activistas y defensores de los derechos humanos, para rehacer este país. Que mejor que sean ustedes, los jóvenes quienes hoy se reúnan para buscar los mejores caminos que nos ayuden a salir de este infierno cotidiano.
Ayer, en el congreso federal, cuando los señores y señoras diputadas nos invitaron y nos desairaron, mostraron una nítida fotografía de su interés real por la gente, por los ciudadanos. Esa ley de seguridad nacional que se quiere aprobar sobre la rodillas es un testimonio fiel de la pudrición de esta clase gobernante. Es una ley, como lo explicaron didáctica y sencillamente Álvarez Icaza, Miguel Concha, Edgar Cortez, Eduardo Gallo y otros destacados y destacadas defensores de derechos humanos, evidenciaron que se trata de un crimen amparado en la legalidad. Yo no soy político, por ello les mencione que un tema vital de seguridad nacional era la defensa de nuestros bosques, resulta que tenemos 40 mil millones de pesos destinados al ejercito y policías en el gobierno federal y no hay un solo avión cisterna para atacar el problema de los terribles incendios de los bosques en el norte del país.
Qué seguridad nacional es la soberanía alimentaria y no depender de las importaciones de granos, cuya especulación en el mercado lastima a los más pobres….
Pero muchos legisladores oyen pero no escuchan, tienen su corazón tapiado, amurallado.México tiene los ojos puestos en ustedes, en lo que construyamos juntos con los agraviados y agraviadas de todo el país….
México tiene el corazón lacerado y dolido como nunca, toca a ustedes, los jóvenes de este país, los mejores hijos de este país, rescatar el futuro que nuestra generación les ha negado…
El camino es largo y difícil, lo importante es empezar a caminar… y en Cuernavaca empezamos a caminar juntos….
Javier Sicilia
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